ISSN: 2161-1025
Brillantino C, Rossi E, Minelli R*, Bignardi E, Coppola M, Zeccolini R y Zeccolini M
El tumor de Wilms es el tumor renal primario más frecuente en la infancia. Los niños con tumor de Wilms generalmente se presentan con una masa abdominal asintomática, generalmente detectada en un chequeo médico de rutina o descubierta coincidentemente por los padres. El diagnóstico diferencial inicial es con masas abdominales extrarrenales; una vez que se establece un tumor de origen renal, puede no ser fácil distinguir entre el tumor de Wilms y otras neoplasias renales primarias, como el nefroma mesoblástico congénito, el sarcoma de células claras, el tumor rabdoide maligno y el carcinoma de células renales. Sin embargo, en muchos casos los hallazgos de imagen en conjunto con los datos clínicos y epidemiológicos del paciente, permiten el diagnóstico de Tumor de Wilms. Wilms Tumor care ofrece uno de los ejemplos más sorprendentes de éxito de la oncología pediátrica. Durante las últimas décadas, los estudios europeos SIOP han sido la clave para desarrollar procedimientos de diagnóstico estandarizados, mejorar la estratificación del riesgo y ajustar las recomendaciones de tratamiento para niños con tumor de Wilms, y esto ha dado como resultado que la tasa de supervivencia general sea actualmente superior al 90 %. Al igual que en ensayos y estudios SIOP anteriores, el nuevo protocolo para el diagnóstico y tratamiento de tumores renales infantiles, el UMBRELLA SIOP–RTSG 2016, exige quimioterapia preoperatoria sin una evaluación histológica obligatoria previa. Por lo tanto, los estudios de imagen son esenciales para obtener un diagnóstico presuntivo de WT, para proporcionar información sobre la estadificación de la enfermedad y para medir el volumen del tumor después de la quimioterapia neoadyuvante con el fin de estratificar el tratamiento posoperatorio. Esta revisión describe el papel de las imágenes en el tratamiento de niños con tumor de Wilms, de acuerdo con las recomendaciones actuales del protocolo UMBRELLA.