ISSN: 2161-0517
shang shu
La pandemia de COVID-19 es la emergencia global característica y la mejor prueba que hemos visto desde la Segunda Guerra Mundial; extendiéndose a todos los continentes del globo. Sea como fuere, la pandemia es mucho más que una emergencia sanitaria, también es una emergencia financiera notable. Centrándose en todas las naciones con las que se pone en contacto, puede tener efectos sociales, financieros y políticos diezmadores que dejarán cicatrices profundas y duraderas. Las pandemias han sido capaces de contradecir los ritmos más altos de enfermedad y mortalidad entre las redes más obstaculizadas, especialmente en países socialmente más inconsistentes. La evidencia emergente de una variedad de países sugiere que estos desequilibrios se están reflejando hoy en la pandemia de COVID-19. Tanto en ese momento como ahora, estas disparidades han surgido a través de la idea sindémica de COVID-19, ya que coopera y empeora los desequilibrios sociales existentes en la enfermedad en curso y los determinantes sociales del bienestar. El coronavirus ha revelado nuestros desequilibrios financieros, sociales y políticos de larga data. Parece probable que haya una caída financiera mundial posterior a COVID-19, lo que podría empeorar la salud, especialmente si los planes de sombrío daño a la salud se actualizan una vez más. Es fundamental que esta vez se intenten las reacciones correctas de la estrategia pública (por ejemplo, ampliar la seguridad social y las administraciones públicas y buscar metodologías verdes de desarrollo integral) para que la pandemia del COVID-19 no amplíe las disparidades de bienestar de las personas en el futuro.