ISSN: 2381-8719
Sen S*
Las hipótesis como la deriva continental, la tectónica de placas o la expansión de la Tierra no deben considerarse como viable en vista del estado sólido y rígido del manto que, en cambio, resistiría tales fenómenos. Basado en el modelo de expansión de la Tierra de Hilgenberg (1933), el autor aclara que antes de la expansión, cuando la Tierra era pequeña y carecía de océanos, su manto debe haber sido lo suficientemente fluido debido a la asociación de agua formadora de océanos. Además, el grosor coincidente del núcleo externo fluido y la extensión de la expansión radial de la Tierra respaldan firmemente que el núcleo externo se abrió como una geosfera vacía debido a la expansión planetaria. En el interior profundo del planeta, debido a la aparición de una geosfera vacía o pseudofluida que separa el manto basáltico y el núcleo de hierro sólido, se desarrollaría una fuerza adicional de gravedad inversa que actuaría en dirección opuesta a la fuerza de gravedad normal dirigida hacia el interior. Esta postulación nos lleva a considerar que en el interior profundo del planeta una fuerza de atracción gravitacional dirigida hacia arriba actuaría de manera predominante, manteniendo así condiciones de temperatura y presión suficientemente bajas y la naturaleza magnética del núcleo interno que concuerda completamente con las características observadas de magnetismo terrestre. Sobre la superficie de la Tierra, la capa de la corteza se fragmentó debido a la expansión, mientras que a través de las grietas de expansión se produjeron incidencias generalizadas de emisión de magma que formaron cuencas oceánicas rudimentarias. Con una mayor expansión, estas cuencas se expandieron y se llenaron con agua que se desgasificó del manto asociado con el proceso de emisión de magma mientras que, debido a la desecación, el manto mismo finalmente se convirtió en un cuerpo rígido. Antes de la expansión del planeta, cuando el núcleo de hierro y el manto estaban yuxtapuestos, debido a la influencia magnética externa, el núcleo de hierro magnético se desvió y provocó un cambio importante en la disposición polar y ecuatorial del planeta. Posteriormente, en un período geológico más joven, cuando debido a la expansión se abrió una gran geosfera vacía entre el núcleo de hierro y el manto, las influencias magnéticas externas hicieron que el núcleo magnético ejecutara revoluciones suaves dando lugar a nuevos fenómenos magnéticos como la inversión de los polos y el desplazamiento polar, documentados a lo largo de los años. los estratos más jóvenes del planeta. Cabe señalar que, si bien debido a la expansión, los fragmentos continentales tenderían a alejarse unos de otros, debido a la rotación del planeta a lo largo de su eje de rotación, algunos fragmentos continentales se acercaron entre sí o incluso chocaron para formar cadenas montañosas.< /p>