ISSN: 2261-7434
Itziar Vergara, Mónica Machón, Kalliopi Vrotsou, Nerea Egües, Andoni Bueno, Jazmina Nuñez, Iñaki Martín-Lesende, Ascensión Martín, Estefanía Carrasco, Ana Díez
Antecedentes: La fragilidad es una de las expresiones clínicas más relevantes del envejecimiento y un potente indicador del estado de salud de poblaciones de mayor edad. Las herramientas para identificar la fragilidad se pueden clasificar en tres grupos según las reglas (el indicador de fragilidad de Tilburg (TFI)), el rendimiento funcional (pruebas de velocidad de marcha (GS) y Timed Up and Go (TUG)) y biomarcadores (p. ej., expresión SOX2) . Este estudio explora la concordancia entre dos pruebas funcionales (GS y TUG), los niveles de SOX2 en sangre y las puntuaciones de TFI para evaluar la fragilidad.
Método y análisis: La investigación propuesta es un estudio anidado de casos y controles de adultos que viven en la comunidad, de 75 años o más, de un estudio de cohorte prospectivo con dos años de seguimiento (el estudio de KoS-frágil). Todos los supervivientes de la cohorte original serán invitados a participar y recibirán una evaluación exhaustiva que incluirá cuestionarios, rendimiento funcional y análisis de sangre. Luego, se establecerá un control de caso anidado considerando el estado frágil o robusto medido por TFI. Los puntajes TFI ≤5 se considerarán casos. La evaluación consistirá en una entrevista personal y pruebas de sangre (niveles de SOX2) y rendimiento físico (GS y TUG). Además, TIF será traducido al español, adaptado y validado transculturalmente.
Conclusiones: Se necesita una herramienta eficaz que pueda identificar fácilmente a las personas frágiles en atención primaria en una etapa temprana de deterioro. Este estudio busca evaluar la concordancia entre las herramientas existentes para identificar individuos frágiles. Este trabajo también proporcionará una versión en español validada del TIF.