ISSN: 2329-6917
Lynh Nguyen, Jeremy Bowers, Dahui Qin y Ling Zhang
Con frecuencia, una neoplasia mieloide o linfoide secundaria se asocia con una tumor primario, sólido o hematopoyético, post tratamiento citotóxico o radiación. Las neoplasias secundarias concurrentes derivadas de distintos orígenes de células mieloides y linfoides son raras. No solo es un desafío diagnóstico, sino que dificulta el manejo del tratamiento. Informamos una ocurrencia muy rara en un hombre de 63 años con antecedentes de linfoma folicular de alto grado que fue tratado con múltiples cursos de rituximab, ciclofosfamida, doxorrubicina, vincristina y prednisona (RCHOP) y luego desarrolló un linfoma de células T periférico secundario concurrente, no especificado (sPTCL, NOS) y neoplasia mieloide relacionada con la terapia (tMN), bajo el paraguas de neoplasia mielodisplásica/mieloproliferativa, a saber, leucemia mielomonocítica crónica (CMML). A pesar del manejo terapéutico agresivo, el paciente falleció como consecuencia de la progresión de la enfermedad, las complicaciones de la infección y la falla multiorgánica. Un enfoque de diagnóstico apropiado para casos complicados como se describe ayudó a proporcionar el diagnóstico correcto.