ISSN: 2161-0398
Hans Laroo
En los últimos 80 años se ha visto una gran cantidad de métodos diferentes utilizados para producir plata coloidal ficticia que, en la mayoría de los casos, consiste en principalmente de plata iónica y otros productos químicos. Generalmente, se ve poco o ningún material coloidal. Normalmente, solo una proporción de iónico a plata coloidal de 85:15 % se cotiza como el mejor resultado obtenible. La plata coloidal generalmente consiste en grupos nanométricos de átomos de plata en una solución acuosa. No debemos referirnos a ellos como partículas. Estos cúmulos atómicos son de polaridad neutra, pero su suspensión en el agua provoca una carga electrostática (interfacial) altamente negativa llamada potencial Zeta. Es este potencial Zeta altamente negativo de los cúmulos lo que provoca una acción de repulsión mutua que da como resultado una suspensión casi permanente. Esta carga eléctrica interfacial es vulnerable a las altas temperaturas ya la contaminación por sustancias iónicas. Incluso pequeñas cantidades de plata iónica pueden interferir con esta acción repelente normal. Cualquiera de estas contaminaciones puede causar una caída en la carga interfacial provocando la agregación y la liberación de fuerzas de atracción, como la fuerza de Van der Waals, presente en todos los materiales. Lo que sigue es un crecimiento descontrolado de grupos cada vez más grandes hasta un punto en el que la gravedad se hace cargo y la plata metálica cae de la suspensión. Se ha determinado que los cúmulos de plata coloidal no deben denominarse metálicos, ya que con un tamaño de 10 nm y menos, no se comportan como un metal ni están controlados por las leyes físicas estándar. Debido a esto, los cúmulos de plata de tamaño nanométrico exhiben características que no están presentes en la plata metálica a granel. Algunas de estas características de la plata coloidal de tamaño nanométrico solo pueden explicarse como fenómenos cuánticos. En este documento, mostraremos que al usar solo el agua y la plata más puras disponibles en el mercado (99,998 %), y al controlar con precisión la temperatura, la luz y las condiciones eléctricas, se puede producir plata coloidal estable de alto grado usando principios electroquímicos. Parte de nuestro material ha mostrado pequeños signos de deterioro durante muchos años. Al controlar también el cúmulo atómico real a una distribución y concentración de tamaño estrecho, se crea una sustancia antibacteriana altamente efectiva. Algunos científicos han reconocido recientemente que la luz azul, índigo, violeta y ultravioleta juega un papel tan crucial en la formación de plata coloidal. Es irónico darse cuenta de que el conocimiento de las capacidades de la radiación electromagnética de longitud de onda corta, por encima de 2,64 electronvoltios (eV), se conoce desde hace décadas, incluso para la naturaleza y la vida misma. Pocos, si es que alguno, ha prestado atención a la importancia de estas longitudes de onda cortas de luz en la producción de plata coloidal. Un ejemplo de esto es el papel de los rayos UV en la piel que promueven la producción de vitamina D. De manera similar, la exposición a los rayos UV en el haluro de plata depositado en una película en blanco y negro produce una imagen latente (fotográfica).