ISSN: 2161-0495
Alessandra Deini, Maru dell'Omo, Dany Lillacci, Chiara Pucci, Cristiana Gambelunghe, Mauro Zampolini, Angela Gambelunghe*
Los casos de intoxicación por plomo en la edad adulta son predominantemente de origen ocupacional, mientras que en la infancia es más frecuente la intoxicación de origen doméstico, especialmente en presencia de trastornos del comportamiento (p. ej., pica). En este informe de caso se examina el caso de un hombre de 52 años con exposición no ocupacional al plomo y antecedentes neuropsiquiátricos asintomáticos. El cuadro clínico inicial se caracterizó por astenia, malestar generalizado, dolor abdominal y anemia, que aparecieron en los 2 meses anteriores. Ingresó tras la aparición de síntomas neurológicos (estado confusional, alteraciones del equilibrio, trastornos de la memoria) y se evaluó inicialmente para descartar enfermedades mieloproliferativas y causas gastrointestinales de pérdida de sangre. Entre las investigaciones requeridas se realizaron: una tomografía computarizada de cuerpo entero que mostró "imágenes puntiformes hiperdensas, con densidad ósea, probablemente atribuibles a la ingestión" y un frotis de sangre venosa periférica que mostró "aniocitosis y anisocromía compatibles pero no patognomónicas de anemia por plomo". Fue entonces cuando se conoció la afición del paciente: él mismo fabricaba plomadas de plomo para pescar, que sujetaba con los dientes al sedal. Algunas de ellas las ingirió accidentalmente y le provocaron una intoxicación crónica (el primer valor de plomo detectado fue de 546 ug/l). Los exámenes neurorradiológicos y neurocognitivos documentaron déficits selectivos en la memoria verbal, logorrea y un comportamiento ligeramente incoherente e inapropiado.