Revista de Farmacia Aplicada

Revista de Farmacia Aplicada
Acceso abierto

ISSN: 1920-4159

abstracto

MANEJO CLÍNICO Y FARMACÉUTICO DEL PACIENTE EPILÉPTICO; REPORTE DE UN CASO

Anam Maqsood, Farah Azhar

La epilepsia es un trastorno cerebral en el cual una persona tiene ataques repetidos (convulsiones) a lo largo del tiempo. Existe una variación geográfica en la incidencia de los síndromes epilépticos que probablemente se asocien con factores genéticos y ambientales, aunque aún no se ha establecido completamente la causalidad. Se desconoce la gama completa de etiologías en la población general. Se reconocen pocos predictores de resultado y es difícil pronosticar en cualquier caso individual. El conocimiento es irregular sobre la epidemiología de la muerte súbita inesperada en la epilepsia. La investigación epidemiológica futura debe abordar estos problemas si queremos progresar. Un hombre de 21 años con epilepsia acudió al hospital local de Rawalpindi con quejas principales de rigidez corporal, pérdida del conocimiento, estreñimiento e incapacidad para tragar alimentos durante 16 días. Su examen físico mostró presión arterial de 110/70 mm Hg, pulso de 80 por minuto, temperatura febril. En base a su examen físico y médico, el médico le recetó tabletas de fenobarbital de 15 mg por vía oral dos veces al día (dos veces al día); tableta Tegral® (carbamazepina) 200 mg orales dos veces al día; tableta Famot® (famotidina) 40 mg de TDS oral (tres veces al día). Las dosis prescritas de famotidina y carbamazepina están de acuerdo con las recomendaciones del libro de referencia, pero se encontró que la dosis de fenobarbital es menor que las recomendaciones del libro de referencia. El principal protocolo de tratamiento es evitar la aparición de convulsiones manteniendo una dosis eficaz de fármacos antiepilépticos que se ajustan para obtener los máximos resultados terapéuticos con las mínimas consecuencias adversas. Por lo tanto, para el tratamiento de la epilepsia es necesario un ajuste cuidadoso de las dosis, comenzando con dosis bajas y aumentando gradualmente hasta que las crisis estén controladas y los efectos adversos sean menos significativos. Por lo tanto; es necesario el examen clínico integral y la atención terapéutica que ayudarán a evitar las consecuencias no deseadas relacionadas con la salud.

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