ISSN: 2684-1630
Alzira Alves de Siqueira Carvalho
La cloroquina (CQ) y la hidroxicloroquina (HCQ), agentes antipalúdicos y ampliamente utilizados en el tratamiento de enfermedades autoinmunes, se consideran seguros, sin embargo, pueden provocar efectos secundarios, incluida la miopatía. . Los datos de la literatura sobre la prevalencia e incidencia de esta miopatía tóxica son escasos y los principales síntomas abarcan la debilidad muscular proximal (PMW) y los niveles de creatina quinasa (CK) normales o ligeramente elevados. Por lo tanto, el diagnóstico definitivo requiere una biopsia muscular que muestre vacuolas autofágicas y cuerpos curvilíneos. Los resultados de una revisión de la literatura revelaron PMW en el 87,2 % y dificultad respiratoria en el 12,5 % de los pacientes; disfagia, debilidad cervical y axial en 8,9%, 17,8% y 1,8%, respectivamente. Niveles elevados de CK en 60,7%, EMG con patrón miopático en 54% y miopatía vacuolar en 53,7% asociada a “cuerpos curvilíneos” en el 86,8%. La recuperación después de la interrupción de la terapia se produjo en el 85,4%. Los médicos deben ser conscientes de esta posible condición. Incluso con niveles normales de CK, la biopsia muscular debe ser la herramienta de referencia para diagnosticar y diferenciar a los pacientes con esta afección de otros trastornos neuromusculares.