ISSN: 2161-0665
Adnan MH Hamawandi, Aram Baram, Taha A Karboli y Ako Anwar
Antecedentes: La gran mayoría de las ingestiones de pilas de botón (BB) ocurren cuando los niños exploran su entorno. Las pilas de botón no suelen causar problemas a menos que se alojen en el tracto gastrointestinal.
Objetivo: informar nuestra experiencia sobre la ingestión de pilas de botón en niños centrándonos en las características clínicas, el manejo y los resultados.
Pacientes y métodos: Entre enero de 2006 y junio de 2015 se revisaron retrospectivamente todos los casos de ingestión de BB presentados en el centro de Gastroenterología y Hepatología de Kurdistán (KCGH), Sulaimani, Irak. El diagnóstico se basa en la historia, el examen clínico y los resultados de los estudios de imagen. Los datos clínicos revisados incluyeron sexo, edad, manifestación clínica, curso hospitalario, hallazgos de imagen y hallazgos endoscópicos.
Resultados: Veinte niños con ingesta de pilas de botón derivados al KCGH; 12 pacientes masculinos y 8 femeninos con rango de edad de 10 meses a 70 meses y la edad media de 28 meses. Siete pacientes expulsaron las pilas espontáneamente en las heces sin sufrir daños en un plazo de 2 a 5 días. En 13 pacientes, las baterías se recuperaron endoscópicamente del esófago en 7 pacientes y del estómago en 6 pacientes. Los hallazgos endoscópicos en los 7 pacientes en los que las pilas de botón estaban en el esófago fueron; lesión grave en 5 pacientes, lesión leve en 2 pacientes; hubo perforación del esófago en 4 pacientes asociada con fístula traqueoesofágica en tres pacientes.
Conclusión: Se pueden producir lesiones graves rápidamente después de la ingestión de BB, especialmente cuando están alojados en el esófago. Es necesario un alto índice de sospecha de un BB para evitar secuelas potencialmente mortales. En estas situaciones se requiere la recuperación endoscópica de emergencia.