ISSN: 2375-4427
Gordon W. Blood, Kathryn L. Decker, Kristen A. Raviotti, Abbey M. Leibig e Ingrid M. Blood
Objetivo: Las percepciones de los patólogos del habla y el lenguaje (SLP) de la escuela sobre la gravedad de los diferentes incidentes de intimidación, la probabilidad de su intervención y su selección. Se examinaron las estrategias de gestión. Se probaron las siguientes hipótesis: 1) Los SLP ven los cuatro tipos de acoso de niños con TEL (trastorno del habla y lenguaje) como igualmente graves, 2) Los SLP tienen la misma probabilidad de intervenir en los cuatro tipos de acoso de niños con TEL, y 3) Es probable que los SLP utilicen estrategias de intervención similares en los cuatro tipos de acoso de niños con TEL.
Métodos: 436 SLP (93,1% mujeres; edad media = 45,6 años) completaron una encuesta por correo que describía 4 tipos de acoso (físico, verbal, relacional y cibernético) de estudiantes con Trastorno Específico del Lenguaje. , DE=13,9).
Resultados: La mayoría (89 %) de los SLP percibieron que el acoso era grave y era probable que el 87 % interviniera. Los SLP calificaron constantemente el acoso relacional como menos grave que los otros tipos de acoso. Hubo una correlación positiva significativa entre dos constructos; cuanto más probable es que un SLP percibiera la situación de intimidación como algo serio, más probable es que informara sobre alguna intervención. Un análisis factorial de 14 estrategias de manejo de la intimidación encontró 3 factores principales: (1) informar el incidente y consultar con otro personal, (2) enseñar al niño estrategias de autodefensa y (3) tranquilizar y consolar a la víctima.
Conclusiones: Los SLP, como grupo, no consideraron los cuatro tipos de acoso de niños con TEL como igualmente graves. Tampoco tenían la misma probabilidad de intervenir en los cuatro tipos de intimidación de niños con TEL o informar el uso de estrategias de intervención similares en los cuatro tipos de intimidación de niños con TEL. Como grupo, respondieron con estrategias de gestión que ayudaron al niño a denunciar el incidente, compartiendo información con otro personal de la escuela, transeúntes y padres.