ISSN: 2471-9315
Esra Sentürk, Simge Aktop, Pınar Sanlibaba y Basar Uymaz Tezel
Los patógenos transmitidos por los alimentos afectan negativamente a la salud humana y se sabe que causan pérdidas económicas. Por lo tanto, la detección rápida de patógenos transmitidos por los alimentos y la implementación de medidas para garantizar su inactivación son de gran importancia. Los métodos inmunológicos, moleculares y de cultivo se utilizan con frecuencia en la detección de patógenos transmitidos por los alimentos. El alto costo, los tiempos de análisis prolongados y la necesidad de personal especializado son algunas de las desventajas de estos métodos. Los biosensores se conocen como dispositivos analíticos. El uso de biosensores se considera un nuevo enfoque para detectar rápidamente los patógenos transmitidos por los alimentos y sus toxinas. Los biosensores, que son capaces de convertir señales biológicas, químicas o bioquímicas en señales eléctricas medibles, son sistemas que contienen un material de detección biológica combinado con un transductor químico o físico. Se están empleando diferentes tipos de biosensores para la detección de bacterias patógenas. Los biosensores son dispositivos sensibles, rápidos, económicos, fiables y portátiles, y se utilizan en muchos campos, como la seguridad alimentaria, la medicina, la farmacia, la medición de la contaminación ambiental y la defensa militar. Los biosensores electroquímicos y ópticos y los inmunosensores piezoeléctricos se encuentran entre los biosensores más utilizados en la detección de patógenos transmitidos por los alimentos. En este artículo, se resumen los principales componentes y requisitos para un biosensor ideal, tipos y sus aplicaciones en la industria alimentaria.