ISSN: 2161-0495
Arika WM, Nyamai DW, Osano KO, Ngugi MP y Njagi ENM
Un compuesto químico, ya sea de origen natural o sintético, produce un efecto toxicológico cuando su dosis es lo suficientemente alta o la duración de la exposición es suficiente para provocar una alteración en la homeostasis normal de fluidos y tejidos corporales. Por lo tanto, la dosis correcta diferencia un tóxico de un remedio. El cuerpo desintoxica las drogas y otros compuestos químicos a través de órganos clave como el hígado. El hígado juega un papel central en el metabolismo y la excreción de xenobióticos, lo que lo hace altamente susceptible a sus efectos adversos y tóxicos. Estos efectos pueden manifestarse en forma de lesiones hepáticas, que adoptan muchas formas, desde la degeneración celular y la necrosis hasta la cirrosis o la colestasis o la lesión vascular. La exposición a hepatotóxicos altera el equilibrio homeostático de varios marcadores biológicos que brindan un enfoque poderoso y dinámico para comprender el espectro de enfermedades hepáticas. Estos marcadores ofrecen un medio para la clasificación homogénea de una enfermedad y un factor de riesgo, y pueden ampliar la información básica sobre la patogenia subyacente de la enfermedad y el diseño de fármacos.