ISSN: 2167-7948
Masayoshi Nakano1*, Ayako Miyazaki1, Hiroe Konishi1, Rika Yukimatsu2, Toru Watanabe2, Masahiro Koshiba1
Las enfermedades tiroideas son patologías comunes en los entornos de atención primaria, y muchos pacientes con dichas enfermedades son tratados por médicos que no están especializados en afecciones tiroideas. Para diagnosticar dichas enfermedades antes, se han identificado algunos biomarcadores biológicos. Los anticuerpos anti-receptor de TSH, que se consideran la causa de Graves’ enfermedad, son autoanticuerpos que se unen a los receptores de TSH y activan la glándula tiroides. La medición de anticuerpos anti-receptor de TSH es crucial para el diagnóstico, manejo y seguimiento del tratamiento de Graves’ enfermedad. Esta prueba tiene una alta sensibilidad y especificidad como herramienta de diagnóstico. Por el contrario, los anticuerpos contra el receptor de TSH no tienen una sola propiedad; por lo tanto, el sistema de ensayo de anticuerpos anti-receptor de TSH podría mejorarse para distinguir las diferentes funciones de los anticuerpos. Los pacientes diagnosticados con trastornos de la tiroides pueden generar autoanticuerpos del receptor de TSH que pueden impedir o estimular la producción de hormona tiroidea. Además, los niveles de anticuerpos estimulantes de la tiroides presentes en el torrente sanguíneo tienen una correlación positiva con la gravedad de Graves’ orbitopatía. Para reflejar claramente estas patologías en los resultados del laboratorio clínico, se deben promover pruebas más detalladas. Se están dilucidando las características moleculares de los anticuerpos relacionados con la tiroides y se espera que tengan aplicaciones clínicas no solo en las pruebas sino también en el tratamiento.