ISSN: 2165-7890
Fabiana Sonnino*, Consuelo Granatelli, Silvia Nazzicone, Fulvia Ferrante, Chiara Surini, Siria Baffetti
El año 2020 estuvo marcado por la pandemia mundial causada por el virus Sars-Cov-2, causando contextos extraordinarios y trayendo cambios en los hábitos y estilos de vida de las personas. Las personas diagnosticadas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) tuvieron que introducir cambios generalizados en sus rutinas, reajustando el contexto de vida en el que habían sido colocados. Para responder a la situación, nuestra organización, que utiliza el Enfoque Cognitivo-Conductual de Redes Comunitarias (CNA), tuvo que ampliar su paradigma y adaptarse a formas alternativas de intervención, que pudieran cumplir con los lineamientos para la prevención y el contraste de la propagación. del virus. El CNA, que contempla la formulación de un plan de intervención individualizado que tiene en cuenta a la persona, su mundo y su proyecto de vida, permite integrar en él aspectos específicos, reconocidos y válidos de otros enfoques. Para adaptar sus intervenciones a los requerimientos, el CNA se inspiró en los principios de la terapia de Activación Emocional y Reciprocidad Corporal, integrándolos con experiencias de Educación al Aire Libre y Escuelas en Movimiento y ayudas informáticas. Esto ha permitido: la organización de una nueva rutina, la conservación e implementación de amistades, el fortalecimiento de las habilidades sociales y la mejora de la calidad de vida a través de la adquisición de una mayor flexibilidad.