ISSN: 2155-9570
Alexander Reis, Christophe Valmaggia, Tamer Tandogan, Karoline Rippel y Olja Girmann
Antecedentes: Toxoplasma gondii es una de las principales causas de enfermedades graves transmitidas por los alimentos en los primeros países del mundo y la causa más común de uveítis posterior. Hasta el momento no se ha establecido un protocolo de tratamiento estándar, ni se ha probado la eficacia de los medicamentos mayoritariamente aplicados y sus combinaciones en ensayos clínicos bien diseñados. La atovacuona, una hidroxi-1,4-naftoquinona, es un tratamiento seguro y eficaz contra los taquizoítos y las formas quísticas de Toxoplasma, pero solo está aprobada por la FDA y la EMEA para el tratamiento de infecciones por pneumocystis. Comenzamos a usar atovacuona en la toxoplasmosis ocular de manera regular, fuera de etiqueta en 1996.
Métodos: Informamos sobre el uso de atovacuona 750 mg dos veces al día en la toxoplasmosis retiniana externa punteada, así como en la retinocoroiditis por toxoplasma resistente a cuatro antibióticos diferentes.
Resultados: La actividad del toxoplasma se detuvo dentro de las tres semanas posteriores al tratamiento con atovacuona sin efectos secundarios.
Conclusiones: En nuestras manos el tratamiento de tres semanas con Atovacuona es una opción terapéutica segura y eficaz en la toxoplasmosis ocular. Se requieren ensayos aleatorios controlados con placebo del tratamiento anti-Toxoplasma en pacientes que presentan retinocoroiditis por Toxoplasma. Estos ensayos deben incluir atovacuona.