ISSN: 2155-9880
Maria Ferrer Civeira, Juan Pedro-Botet, Xavier Pintó, Manuel Zúñiga, Alipio Mangas, Antonio Hernandez-Mijares, Emili Corbella, and Jesus Millan Nuñez-Cortes
Los pacientes que ya han sufrido un evento vascular requieren un mayor y mejor control de los factores de riesgo cardiovascular. Para el seguimiento de los pacientes se han utilizado diferentes índices aterogénicos como TC/HDLc, LDLc/HDLc, apoB/apoA-I, LDLc/apoB y no-HDLc/HDLc por su capacidad predictiva del perfil lipídico. El objetivo de este estudio fue evaluar los cocientes aterogénicos como marcador del riesgo de lípidos residuales en pacientes de alto riesgo en tratamiento con estatinas y conocer los cambios que produce el tratamiento previo con hipolipemiantes por un evento coronario previo.
El estudio incluye pacientes ingresados en unidades coronarias de seis hospitales terciarios españoles por Síndrome Coronario Agudo (SCA). Se incluyeron un total de 633 pacientes con SCA; de estos, 478 (75,8%) habían presentado infarto de miocardio y 153 (24,2%) angina. Se había producido un SCA previo en el 43,1% de los casos, y fue el primer episodio en el 56,9% de los pacientes estudiados.
Entre los pacientes con cardiopatía isquémica conocida, 187 (52,2 %) estaban recibiendo fármacos hipolipemiantes, principalmente estatinas (182 pacientes, 50,7 %). De aquellos con un primer SCA, 59 (21,7%) tomaban hipolipemiantes: 55 (20,1%) estatinas y 4 (1,7%) fibratos. Los pacientes con SCA recurrente tenían niveles similares de triglicéridos y cHDL, pero concentraciones significativamente más bajas de colesterol total y cLDL en comparación con los que presentaban el primer SCA. Los pacientes con SCA recurrente tenían niveles significativamente más bajos de no HDLc, TC/HDLc y LDLc/HDLc, pero índices HDLc/TC y HDLc/LDLc más altos en comparación con los primeros pacientes con SCA.
En pacientes que tomaban estatinas, el riesgo vascular residual lipídico se relacionó con la persistencia de factores de riesgo cardiovascular, y se relacionó con el perfil lipídico con dislipemia no-LDL dependiente. Por tanto, podemos concluir que la corrección del perfil lipídico mediante estatinas no es suficiente per se para controlar el riesgo cardiovascular.