Revista de Inmunología Clínica y Celular

Revista de Inmunología Clínica y Celular
Acceso abierto

ISSN: 2155-9899

abstracto

Reactividad de los astrocitos: un biomarcador para la salud de las células ganglionares en la neurodegeneración de la retina

Cathryn R Formichella, Simone K Abella, Stephanie M Sims, Heather M Cathcart y Rebecca M Sappington

La pérdida de células ganglionares de la retina (RGC) en el glaucoma es de naturaleza sectorial y está precedida por déficits en el transporte axonal. La neuroinflamación juega un papel importante en la fisiopatología del glaucoma en la retina, el nervio óptico y los centros visuales del cerebro, donde parece estar regulado espacialmente de manera similar. En un modelo murino, examinamos las características espaciales de la reactividad de los astrocitos (migración/proliferación, hipertrofia y expresión de GFAP) en retina sana, retina con dos factores de riesgo relacionados con el glaucoma (envejecimiento y predisposición genética) y retina glaucomatosa y establecemos relaciones entre estas reactividades. índices y la organización espacial de los astrocitos, así como la salud de RGC. La reactividad de los astrocitos se cuantificó mediante técnicas morfológicas y la salud de las RGC se determinó mediante la captación y el transporte de la subunidad beta de la toxina del cólera del trazador neural (CTB). Encontramos que: (1) la reactividad de los astrocitos ocurre en microdominios a lo largo de la retina glaucomatosa, así como en la retina con factores de riesgo de glaucoma, (2) estos microdominios de astrocitos se diferencian principalmente por el grado de área retiniana cubierta por los astrocitos dentro de ellos y (3) el porcentaje de área retiniana cubierta por astrocitos es altamente predictivo de la salud de RGC. Nuestros hallazgos sugieren que los microdominios de la reactividad de los astrocitos son biomarcadores para la disminución funcional de las RGC. Con base en las tecnologías de imágenes actuales y emergentes, la evaluación diagnóstica de los astrocitos en la capa de fibras nerviosas podría traducir los déficits de transporte axonal en una aplicación clínica factible.

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