ISSN: 2155-6148
Yuya Sato, Shinsuke Hamaguchi, Yuki Numata, Makoto Komatsuzaki y Yusuke Yamashita
Una mujer de 29 años con antecedentes de dolor lumbar se presentó en 38 semanas de gestación normal con cefalea súbita y alteración progresiva de la conciencia. Los hallazgos de laboratorio sugirieron una infección grave y fue necesario un examen detallado para determinar la causa. Sin embargo, la frecuencia cardíaca fetal disminuyó repentinamente a <60 lpm. Por lo tanto, se realizó una cesárea de emergencia. Por hipersomnia y bradicardia fetal, se decidió realizar la cirugía bajo anestesia general, la cual fue inducida con 5 mg/kg de tiamilal y 0,8 mg/kg de rocuronio en secuencia rápida. Se utilizó la inhalación de oxígeno y óxido nitroso para el mantenimiento de la anestesia hasta el parto. La puntuación de Apgar del bebé fue 2/5/6. Inmediatamente después del parto, administramos 30 mg de pentazocina y 5 mg de diazepam. Sin embargo, esto desencadenó una caída repentina en la presión arterial del paciente. Se le administró fenilefrina y dopamina para aumentar su presión arterial. Además, se observó supuración del campo quirúrgico durante el cierre abdominal, y en la unidad de cuidados intensivos aumentó el sangrado del drenaje abdominal y la supuración de la cicatriz. Su nivel de fibrinógeno en plasma había disminuido a <50 mg/dl desde el nivel preoperatorio de 530 mg/dl. Sobre la base de su historial médico de pielonefritis derecha y hallazgos ecográficos de expansión de la pelvis renal bilateral, se hizo un diagnóstico de coagulación intravascular diseminada causada por infección de orina y shock séptico severo. Sus condiciones mostraron una marcada mejoría después del tratamiento apropiado con plasma fresco congelado y una cefalosporina de tercera generación.