ISSN: 2165-7548
Tadashi Ishihara, Inoue Y, Nishiyama K, Sueyoshi K, Sumi Y, Matsuda S, Okamoto K y Tanaka H
Antecedentes: los pacientes con traumatismos pediátricos presentan desafíos clínicos únicos, como diferentes mecanismos de lesión, respuestas fisiológicas , e indicaciones para el manejo quirúrgico versus no quirúrgico en comparación con adultos. Por lo general, se prefiere el tratamiento no quirúrgico para el traumatismo abdominal cerrado en niños hemodinámicamente estables y sus resultados suelen ser excelentes. Sin embargo, la estrategia terapéutica para los pseudoaneurismas (PA) después de una lesión de órgano sólido (SOI) es controvertida.
Métodos: Pacientes de edad ≤ Se inscribieron en este estudio 15 años ingresados en nuestro hospital desde abril de 2008 hasta marzo de 2014 debido a un traumatismo abdominal cerrado. Los pacientes se dividieron en dos grupos: los complicados con AP (grupo AP) o sin AP (grupo no AP). Resultado: Entre los 294 pacientes ingresados con lesión abdominal, 17 se inscribieron en este estudio. No se detectaron diferencias significativas en las características de los pacientes, el curso del tratamiento o los resultados entre los grupos PA (n=4) y sin PA (n=13). Todos los casos de PA se resolvieron espontáneamente con una estrecha observación.
Discusión: Todos los casos de AP se trataron de forma conservadora sin necesidad de procedimientos quirúrgicos, incluida la embolización transarterial, que con frecuencia se requiere para los casos de AP en adultos después de la OSI; sin embargo, no se ha llegado a un consenso sobre la embolización transarterial para casos pediátricos, debido a su dificultad técnica y posibles complicaciones. Nuestro análisis sugirió que la AP después de una IOA abdominal se puede manejar con éxito de forma conservadora.
Conclusión: Aunque la duración de la estancia hospitalaria y el período de restricción de la actividad plena tendieron a ser prolongados, todos nuestros casos pediátricos de AP lograron una oclusión espontánea sin ninguna complicación. Las complicaciones potencialmente mortales, como la ruptura tardía de la PA, son raras y, por lo tanto, la observación minuciosa es uno de los mejores métodos para tratar a niños hemodinámicamente estables con PA causada por un traumatismo abdominal cerrado.