ISSN: 2329-9096
Adil Shahzad Ahmed *
La crisis de los opiáceos ha devastado a los Estados Unidos durante las últimas dos décadas, lo que ha provocado un aumento de las tasas de abuso, sobredosis y muerte[1]. Más de 130 personas pierden la vida cada día por causas relacionadas con los opiáceos[2]. De manera similar, Canadá se enfrenta a una epidemia de opiáceos en constante crecimiento, que cobra más vidas diarias que las colisiones de vehículos de motor[3]. Las autoridades en Europa también han expresado su preocupación por una epidemia similar alimentada por narcóticos que está arrasando el continente [4-6]. A las naciones europeas en general les ha ido mejor, aunque con pocas excepciones[7].