ISSN: 2375-4397
Ukwattage NL y Ranjith PG*
Las cenizas volantes son uno de los principales subproductos sólidos generados por la combustión del carbón para la generación de energÃa. En la actualidad, la mayor parte de las cenizas volantes generadas en todo el mundo se vierten como material de desecho sin ningún uso beneficioso. Solo una pequeña proporción de la producción total de cenizas volantes se utiliza en aplicaciones como la producción de cemento, la producción de lana mineral, la recuperación de metales, la construcción de subbases de carreteras, la recuperación de minas y la agricultura. Además, las cenizas volantes son un material que puede utilizarse para capturar y almacenar CO2 atmosférico mediante carbonatación mineral tanto in situ como ex situ de la fuente de emisión de CO2. Como un medio para aumentar la tasa de carbonatación mineral, los cientÃficos han investigado la carbonatación acelerada en el pasado reciente. Además de lograr los beneficios del secuestro de carbono, la carbonatación acelerada puede hacer que las cenizas volantes sean quÃmicamente estables, lo que es beneficioso para superar los problemas asociados con la lixiviación de elementos tóxicos cuando se usa como enmienda del suelo. Por lo tanto, a través de la carbonatación acelerada seguida de la adición al suelo, este material de desecho sólido se puede manejar con éxito. La eficacia de la reacción de mineralización depende de la mineralogÃa, las propiedades fÃsicas y quÃmicas de las cenizas volantes y las condiciones de reacción, como la presión parcial de CO2, la temperatura, la humedad relativa y el tiempo de contacto del gas y el material. Para lograr una mayor eficiencia de secuestro de CO2 es vital seleccionar el material con las propiedades requeridas y suministrarlo con las condiciones óptimas de reacción. Este artÃculo revisa los principales problemas relacionados con la carbonatación acelerada de cenizas volantes de combustión de carbón bajo diferentes condiciones de reacción y sus efectos en la eficiencia de secuestro de CO2. También identifica la posible aplicación de cenizas volantes carbonatadas al suelo para mejorar las propiedades fÃsicas y quÃmicas del suelo.