ISSN: 2329-6917
Muthu Sivaramakrishnan, Ronald Kerr, Alan Evans y Andrew Affleck
Un paciente presentó una erupción eritematosa progresiva que no respondía y que afectaba el tronco y las extremidades durante un período de 5 años. Su examen sistémico y las extensas investigaciones pertinentes fueron normales durante todo este período. Las biopsias de piel en diferentes momentos mostraron características de eritema anular, pseudolinfoma cutáneo y dermatitis subaguda. Cinco años después de la presentación inicial, desarrolló eritrodermia, facies leonina, linfadenopatía y linfocitosis periférica. La tomografía computarizada de tórax y abdomen reveló linfadenopatía generalizada. La biopsia de piel y el inmunofenotipado fueron sugestivos de síndrome de Sezary. Sin embargo, el examen de frotis de sangre periférica fue altamente sugestivo de leucemia prolinfocítica de células T (TPLL). El análisis genético molecular posterior fue consistente con TPLL. Hasta donde sabemos, no hay informes de pseudolinfoma cutáneo que se transforme en TPLL en la literatura. El largo curso indolente de una enfermedad de la piel aparentemente benigna antes de transformarse en TPLL parece ser único en nuestro caso. Se puede hacer una analogía con el linfoma cutáneo de células T tanto en términos de la dificultad para probar el diagnóstico, que requiere múltiples biopsias de piel, como en el posible vínculo entre la enfermedad cutánea y sistémica. El TPLL se debe considerar como una causa rara de eritrodermia, que puede simular clínica e histológicamente el síndrome de Sezary.