ISSN: 2684-1630
Marina I. Arleevskaya, Aleksey Zabotin, Aida Gabdoulkhakova, Julia Filina y Anatoly Tsibulkin
Antecedentes: Las anomalías del metabolismo de los lípidos se demostraron en los individuos, que luego desarrollaron artritis reumatoide ( REAL ACADEMIA DE BELLAS ARTES). Se sabe que infecciones triviales contribuyen a la aterosclerosis. Mostramos que los familiares de primer grado de pacientes con AR sufren infecciones triviales frecuentes y persistentes. La interconexión entre la alteración del metabolismo de los lípidos y el aumento de la carga de infecciones triviales se plantea como hipótesis en este grupo. Los fagocitos mononucleares (MP) son los actores importantes en la patogénesis de la AR, la defensa antiinfecciosa y la aterosclerosis. El objetivo fue investigar la interconexión entre la participación de las MP en el metabolismo del colesterol, su actividad fagocítica y la carga de infecciones triviales en pacientes con AR, sus familiares e individuos sanos sin enfermedades autoinmunes en la historia familiar.
Métodos: Se estudiaron los siguientes parámetros: contenido de colesterol intracelular (colorimétrico), contenido de colesterol de membrana y microviscosidad (fluorescente), absorción y digestión (radioisótopo); generación de especies reactivas de oxígeno (quimioluminiscencia).
Resultados: En los parientes, las MP y sus membranas celulares estaban sobrecargadas de colesterol; aumentó la microviscosidad de las membranas celulares y las regiones lipídicas anulares de la membrana, estando la acumulación de colesterol en las células en fuerte correlación con la incidencia y duración de las infecciones triviales. En el grupo de AR, solo se reveló un aumento de la microviscosidad de las regiones lipídicas anulares. En los grupos de pacientes y familiares, se reveló el engullimiento retrasado y el tiempo más lento para alcanzar el pico de generación de especies reactivas de oxígeno después de la estimulación con MP.
Conclusión: especulamos que las anomalías en los monocitos – la interacción del colesterol puede exacerbar la insuficiencia de las defensas antiinfecciosas y promover el agravamiento del síndrome infeccioso, que se sabe que es un factor de riesgo de la AR.