ISSN: 2161-1149 (Printed)
Seika Terashima, Makoto Yamaguchi, Takayuki Katsuno, Hirokazu Sugiyama, Shiho Iwagaitsu, Hironobu Nobata, Hiroshi Kinashi, Shogo Banno, Yasuhiko Ito*
Recientemente se han informado los beneficios clínicos de administrar mepolizumab a pacientes con granulomatosis eosinofílica con poliangeítis (EGPA) para prolongar el período de remisión. Sin embargo, aún no se han identificado el momento de iniciar el tratamiento con mepolizumab y las características clínicas que son los mejores indicadores para el tratamiento con mepolizumab. En este documento, informamos el caso de un paciente japonés de 57 años con EGPA negativo para anticuerpos anticitoplasmáticos de neutrófilos (ANCA) que manifestó una neuropatía periférica grave refractaria a la terapia estándar.
Al paciente se le administró un esteroide en dosis altas, ciclofosfamida intravenosa, inmunoglobulina intravenosa y finalmente mepolizumab, lo que resultó en la mejoría clínica de los síntomas nerviosos sin efectos adversos. Desde el punto de vista clinicopatológico, la neuropatía periférica ANCA negativa puede estar causada por una oclusión vascular asociada a eosinófilos, lo que provoca isquemia, liberación de proteínas tóxicas y, en última instancia, daño tisular. Por lo tanto, este caso indica que el uso de mepolizumab para pacientes con EGPA en fase temprana podría ser clínicamente beneficioso, especialmente en casos de EGPA ANCA negativo con neuropatía periférica.