ISSN: 2161-0533
Weerasuriya TC
Introducción
Once pacientes con fracturas Gustilo IIIC con herida medial y lesión vascular se incluyeron en esta serie entre 2003 y 2009. El cirujano que realizó la fijación ósea realizó la reparación vascular en siete de estos pacientes.
Método
Los pacientes se colocan en decúbito supino y el lado afectado se lleva al borde de la mesa con una bolsa de arena colocada debajo de la nalga ipsolateral. Se realiza una fasciotomía. Se desbrida la herida original en el lado medial y se obtiene el control vascular. El Vastus medialis se levanta del tabique intermuscular medial y los extremos óseos se entregan, se irrigan y se realiza la inserción retrógrada del clavo K. Cuando el clavo sobresale, la pierna se aduce y el clavo se introduce por completo. Se reduce la fractura y se realiza la inserción anterógrada del clavo K. Posteriormente se realiza la reparación vascular con injerto de vena safena inversa.
Resultados
De los 11 pacientes, uno desarrolló seudoartrosis y otro una infección superficial de la herida. Dieciséis pacientes que se sometieron a una fijación externa de fracturas de fémur Gustilo IIIC durante el mismo período de tiempo en la misma unidad, todos necesitaron una ORIF posterior y seis desarrollaron una infección en el lugar del clavo.
Conclusiones
Esta técnica es rápida y da estabilidad para una reparación vascular. Cuando la herida está en el lado medial, esto evita una incisión adicional y permite el acceso vascular a través de la misma. La recolección del injerto venoso es fácil ya que el paciente está en decúbito supino.